sábado, 31 de agosto de 2019

Animales de compañía: enfermedad y muerte.

Aún hoy día recuerdo la primera vez que tuvimos en casa una gatita, después de mucho tiempo de negarnos a esa experiencia. Gabi marcó un cambio en nuestra percepción de la vida y de lo que significa un animal en nuestra existencia. 

Gabi nos acompañó por sólo tres meses. Fueron los más bellos y amorosos, pero igualmente terminó confrontándonos ante una situación bien difícil, una enfermedad con bajo pronóstico de supervivencia que no sólo terminó desgastándonos físicamente, emocionalmente sino económicamente. 

Después de recurrir a tratamientos médicos, terapias alternativas y apoyo con Reiki, llegó el momento de decidir por una muerte asistida. Para ese momento lastimosamente no tenía la formación en comunicación angelical telepática ni las herramientas para acompañar más amorosamente su partida. 

Después de la partida de Gabi, han llegado muchos hijos gatunos, muchos pacientes y muchos aprendizajes. 

Hoy puedo comprender que pasar por la pérdida de uno de nuestros animales de compañía es un momento muy difícil y que el impacto emocional es tan significativo como el de la pérdida de un familiar cercano. En estudios realizados con personas que han perdido sus animales de compañía ya sea por muerte natural o asistida, se ha encontrado que hasta en un 30% el impacto ha durado seis meses o más e incluso para un 12% representa un estado crítico de su vida.  Por lo tanto buscar ayuda profesional para afrontar el duelo es importante. Si bien hoy en día para muchas personas todavía es algo insignificante la muerte de un animal, es recomendable que te rodees por  un tiempo de personas sensibles, que comprendan que su ausencia representa para tí una pérdida importante. 

Si tu animal de compañía entra en crisis, sería fenomenal buscar el apoyo no sólo de los profesionales de la salud, sino el apoyo de un comunicador animal o telépata. Que desde su conocimiento te guíe en cada paso y decisión a tomar. 

Si decides aplicar la muerte asistida, date tiempo para la despedida, es importante para tu animal escucharte, saber que fue valioso y que no queda en tu corazón ningún reclamo, que los daños, los gastos o demás sólo fueron parte del pago por su bella compañía. 

Selecciona el momento y el ambiente adecuado para su despedida, puede que él mismo te de instrucciones por medio del Comunicador animal, sino tienes uno, déjate guiar por tu instinto. 

Decide la forma como deseas disponer del cuerpo luego del proceso. Hoy día nos ofrecen múltiples servicios exequiales, que pueden variar de acuerdo al presupuesto que puedas tener. Luego miraremos algunos planes ofertados en nuestro país para que te puedas guiar con mayor facilidad. 

Después del proceso, en todo caso, no niegues tu dolor, tratar de camuflarlo, sólo logrará que se vuelva más fuerte e inmanejable; llora de ser necesario. 

Activa la gratitud, cada que recuerdes tu animal de compañía, recuerda los momento bonitos, da gracias por su presencia. 

Y después de un tiempo porque no, darle la oportunidad a otros animalito que llegue a tu vida a disfrutar de todo ese amor que hay en tu corazón. Ya verás que estarás más preparado para cada situación que puedan vivir. 

Si eres de las personas que apenas vas a empezar la experiencia de convivir con un animal de compañía, ten presente que un día va  morir, sí suena duro, pero es una realidad que tarde o temprano debemos afrontar.  Pero el tenerlo presente nos permite prever otras situaciones igualmente importantes, entre ellas los altos costos por gastos médicos y del posterior tratamiento del cuerpo del animal. 

Recomendaciones amorosas.

1. Piensa que tener un animal de compañía no implica sólo proveerle comida y arena (en el caso de los gatos). Se requiere de tiempo, paciencia, alma infantil para jugar y acompañar su proceso de crecimiento.  Tener un ahorro (provisión) para esos momentos es fundamental, por experiencia recomiendo un promedio de (2 millones a 3 millones de pesos)  

2. Si eres de las personas que viajan continuamente, piénsatelo dos veces o programa quién puede cuidar de él durante tu ausencia y no dudes desde el comienzo en informarle de tus ausencias para no generarle estados de tristeza innecesarios. 

3. Los animales no son juguetes, no se consiguen para llenar vacios, implican gran responsabilidad por muchos años. 

4. Antes de llevarlos a casa ten claras las responsabilidades de cada uno de los integrantes de tu familia. No des por supuesto que alguien lo hará. como todo proceso nuevo requiere generar nuevos hábitos y ello requiere de tiempo. 

5. Por ningún motivo te recomiendo llevar a casa un animal, si sabes que algún miembro de la familia se opone y puede llegar a generarle daño o maltrato. 

Si deseas asesoría personalizada, terapia para tus animales de compañía. No dudes en contactarme.

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