domingo, 25 de agosto de 2019

Terapias alternativas y complementarias se abren paso en nuestro sistema de salud.

Me atrevería a afirmar que todos en algún momento de nuestra vida hemos recurrido a diferentes prácticas de sanación antes de visitar a nuestro médico o de lograr una cita a tiempo. 

El uso de hierbas aromáticas, emplastos, gotas naturales y homeopáticas han estado de manifiesto por años en mi familia y en muchas de mi entorno cercano. La tradicional frase: Mi abuela para eso nos daba... nos remonta a la sabiduría ancestral de nuestros antepasados y sus prácticas tal vez, poco científicas, pero altamente efectivas. Efecto placebo, no sé.

Según el informe Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional  2014-2023 "En todo el mundo existe una importante demanda de prácticas y profesionales de medicina tradicional complementaria (MTC).  y en esa sintonía podríamos encontrar que son muchas las motivaciones que tienen las personas para recurrir a otros profesionales no médicos en la actualidad:
  • El deseo de obtener más información y más opciones disponibles para decidir frente a un proceso de enfermedad, especialmente en aquellos casos de enfermedades altamente incapacitantes que parecen no tener resultados con la medicina convencional.
  • Por creciente insatisfacción con los servicios de atención de salud existentes, y acá podemos encontrar un gran porcentaje de personas.  (la espera interminable para una cita o largas filas para recibir un medicamento puede llevar a esos pacientes a buscar alternativas más a la mano, así implique ello una inversión económica extra).
  • La necesidad o deseo de una “atención integral” que no sólo se centre en el síntoma, sino que ahonde un poco más y ayude a comprender y tratar las causas de raíz de tal dolencia o malestar, que a su vez se acompaña de un deseo de prevención, la onda de lo fitnes, la tendencia a prácticas de crecimiento espiritual terminan siendo un agente significativo en algunas poblaciones. 
En Colombia se ha observado un incremento en la visita a diferentes terapeutas de medicinas alternativas y complementarias: acupunturistas, reflexólogos, quiroprácticos, bioenergéticos, Reikistas. Si bien muchos llegan con diagnósticos médicos determinados y desean conocer una segunda opinión, tal vez una que sea menos fatalista, también encontramos aquellos que se acercan con una mirada más desde la prevención y de la mano del deseo de iniciar procesos de crecimiento espiritual. 

La Corte Constitucional en la sentencia T-499 de 2012- manifestó que las EPS tenían la potestad de permitir o no este tipo de opciones a sus pacientes,  pero igualmente estableció que esto no es una obligación. “Las EPS podrán incluir la utilización de medicinas y terapias alternativas y complementarias, por parte de los prestadores que hagan parte de su red de servicios, siempre y cuando estas se encuentren autorizadas y reglamentadas debidamente para su ejercicio, de acuerdo con lo establecido en la normatividad vigente sobre la materia”. Si bien la sentencia se presta para que las instituciones de salud dilaten algunos procesos, deja abierta la posibilidad de cumplimiento del derecho. 
A diferencia de países como España y Estados Unidos, en Colombia  no es frecuente el acceso a practicantes reikistas en las clínicas y hospitales para acompañar pacientes con procesos de hospitalización o en tratamientos como el cáncer. Pero esperamos que pronto tengamos cambios en esa materia y se nos abran las puertas para hacer acompañamientos a muchos pacientes de forma voluntaria. 

Cabe resaltar que "Reiki es una práctica terapéutica complementaria" reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1995, que NO busca reemplazar a los tratamientos convencionales, sino complementarlos para minimizar los efectos secundarios que puedan presentarse, a su vez apoyar situaciones emocionales, mentales y espirituales provocadas por la misma enfermedad o  su diagnóstico. 


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